La película La hora de la desaparición logra algo poco común en el cine: generar sensaciones encontradas en el espectador. Su trama combina momentos de suspenso y misterio con instantes de humor inesperado, lo que provoca una experiencia extraña pero atractiva.
El guion juega con la tensión psicológica y, al mismo tiempo, con situaciones absurdas que arrancan sonrisas nerviosas. Esa mezcla provoca que la audiencia no sepa del todo si reír o sentir miedo, y justo ahí radica su encanto.
Más allá de los altibajos narrativos, la cinta consigue mantener la atención hasta el final, con un cierre que deja más preguntas que respuestas. No es una película convencional, y quizá por eso mismo resulta recomendable para quienes buscan algo distinto a lo habitual en el género de suspenso.
En definitiva, La hora de la desaparición no es una película para todos, pero sí una opción interesante para quienes disfrutan de propuestas que se salen del molde.